El dominio de Google en nuestra vida diaria ha llegado hasta el cielo, al menos para los residentes de Christianburg, VA., que se ha convertido en la primera ciudad del país en probar las entregas con drones teledirigidos.
Wing, una aeronave operada por la compañía matriz de Google, flota, vuela, desciende y entrega con éxito embalajes de FedEx en esta pequeña ciudad. Fue un cumplimiento de la promesa hecha por muchas compañías de entrega en los últimos años de acelerar el proceso de entrega. También fue posible solo después de que la Administración Federal de Aviación se comprometiera con varias reglas y autorizaciones del espacio aéreo de los Estados Unidos.
"Se ha hablado mucho de los drones. Hoy lo estamos haciendo. Estamos entregando un pedido de comercio electrónico a las puertas de la casa de alguien", dijo Richard W. Smith, ejecutivo de FedEx, a The Washington Post. "Esto no es solo una promesa: esto es real y hoy está aquí".
Según la FAA, la autorización para Wing se encuentra todavía en fase de prueba. Muchas de sus normas y reglamentos se redactaron para aviones y helicópteros; como tal, aún no se ha llegado a un compromiso en las definiciones de drones debido al tamaño en el que se han desarrollado los drones.
El posible aumento del número de drones en el espacio aéreo (incluidos los servicios de taxi aéreo que están avanzando) se ha enfrentado a una fuerte resistencia por parte de Air Line Pilots Association International, entre otros grupos. El grupo está luchando por derogar la exención hecha por la FAA, diciendo que proyectos como Wing pueden "erosionar los niveles de seguridad" de los que disfruta el espacio aéreo actual.
Al otro lado de la oposición está Tom McMahon, portavoz de la Association for Unmanned Vehicle Systems International. Dijo que los procesos de pensamientos caducos pisotean el progreso y la innovación.
"Es como todo lo que hemos visto con la tecnología", dijo al WaPo. "No apreciamos lo que nos ofrece sino hasta que empieza a prestar el servicio".
Los drones están hechos de una espuma similar a la de una capa protectora de casco de bicicleta y son operados por 12 rotores tipo helicóptero con dos hélices montadas en alas. Se operan desde una "base" o "nido" en asociación con la cercana Virginia Tech.
Los pilotos de Wing pueden monitorear hasta cinco de las naves autónomas para garantizar la entrega segura de los paquetes. Los drones pueden transportar un paquete de 1.36 kg dentro de un radio de casi 6.5 km de su base y viajar con velocidades de hasta 104 km/h.
Actualmente, Wing no cobra por sus entregas y planea expandir su negocio asociándose con otras grandes corporaciones para aumentar la velocidad y la comodidad de los clientes. También puede ayudar a las empresas más pequeñas al ofrecer una alternativa más barata al envío terrestre en camión repartidor.
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